Suele andar falto de vitamina D. Prácticamente vive toda su vida en penumbra, confinado por decisión propia bajo tierra deambula por túneles tenebrosos, acumulando resentimiento entre tinieblas.
No mantiene relaciones sexuales alegando que sufre «un celibato involuntario». Culpa a los movimientos de liberación de la mujer vivos desde hace siglos en la superficie de la tierra media.
El resentimiento acumulado lo expulsa en forma de ataques de odio. Esos ataques suelen mezclar los siguientes ingredientes:
– Autocompasión.
– Narcisismo.
– Racismo.
– Misoginia.
– Misantropía.
Esta alimaña no nace siendo «Comentarista Incel», se trata pues de un proceso de transformación que le lleva a ese estado.
Pese a que este tipo de fiera muere sin dejar descendencia es la potencia viral de sus comentarios lo que hace que se reproduzcan.
Los expertos en el tema comentan que para neutralizar la expansión de una bestia «comentarista Incel» no se ha de permitir que lancen su discurso de odio.
La forma de resistir que tienen es con escudos de «Me censuran, soy la victima». Esos escudos aguantan ciertos ataques pero con el paso de los turnos caen por su propio peso.
El comentarista Incel suele abandonar los espacios en los que no se le da bola o directamente no se da soporte a su discurso de odio. No atacando en 3 turnos a un «comentarista Incel» este abandonará el combate y se irá con el odio a otra parte.
Dispone de solamente 12 puntos de vida pero es una bestia tremendamente viral. Su discurso de odio retroalimenta a otras bestias que tengan ataques de resentimiento y odio, pudiendo pasar puntos de fuerza a esas bestias.
Si te topas con un «Comentarista Incel» no te confíes pues son bestias violentas y a la mínima que se les da cancha muchos más vendrán.