Esto se ve muy claro en la película de Ken Loach «Sorry We Missed You».
Nada más empezar la película escuchas la conversación de un desgraciado siendo entrevistado por otro que trata de hacerle creer que «va a ser su propio jefe».
El entrevistador pregunta: «¿ha cobrado ayudas sociales alguna vez?»
El entrevistado responde: «No…. no no no. Tengo mi orgullo, prefiero morirme de hambre»
El entrevistador: Me encanta lo que oigo
El entrevistador recita una serie de cosas que han de quedar claras desde el principio:
– Aquí no eres un contratado, te unes al equipo. Tú eres un miembro más.
– No trabajas para nosotros, trabajas con nosotros.
– No repartes para nosotros, realizas servicios.
– No hay contrato como tal, hay objetivos de rendimiento. Cumples normas de calidad.
– No hay sueldo, hay tarifas.
– No tienes que fichar, tienes que estar disponible.
En ese momento el tipo pasa a ser un «Transportista autónomo franquiciado» que para fardar con los amigos es «soy mi propio jefe» pero que en realidad es ser un desgraciado de la vida trabajando de repartidor para empresas como Amazon.
Para colmo al finalizar la entrevista el entrevistador pregunta ¿Vas a utilizar tu propia furgoneta o nos la alquilas?
Últimamente veo a mucho trabajador joven que dicen «Me da igual trabajar en fin de semana», «no me importa si me llamáis en vacaciones», «podéis llamarme si pasa algo sin problemas, estoy disponible», «Tengo un ordenador en el que puedo probar noseque», «no me hacen falta los cascos, ratón, … tengo unos propios muy buenos».
Y creo que es importante ver esta película por esos motivos.
Si andas metiéndote en algo así recuerda «No eres tu propio jefe amigo, eres un desgraciado». A los contratos se les llama contratos, si trabajas para ellos te han de dar las herramientas ellos, etc …
Un saludo cordial.