El tecnófilo sería capaz de sustituir a una persona en comunicación por un script que chupe de un feed RSS y publique sin alma en redes sociales.
El tecnófilo piensa realmente que el trabajo en comunicación es sustituible, una perdida de tiempo e inútil.
Podría llegar a límites en los que piense que todo en la vida se ha de convertir a una solución en software. Es posible que muchas cosas si pero desde luego «el problema no es que las maquinas piensen» y si que dejemos de pensar los humanos.
El tecnófilo si no es critico podría suponer un problema en un grupo e incluso podría estar haciendo un flaco favor al hacktivismo en general.
Al tecnófilo lo suelen neutralizar riéndose de sus propuestas en publico como que es algo ya súper poco humano, demasiado frio, etc… y posiblemente sea carne de cañon para otras bestias como «el ludita».
Es una bestia que aparentemente podríamos pensar que no es demasiado peligrosa pero si lo es. Hace que más gente no se sume y hace que se pierda tiempo muchas veces.
El tecnófilo hace sentir tonta a la gente. Su alto nivel de tecnicismo y hablar posiblemente como si tuviese la verdad absoluta hacen que mucha gente se canse y se piren. La gente ya tiene sus trabajos y muchas veces pasa de meterse en sitios que aparentemente le puedan suponer un cansancio de aprendizaje excesivo.
El tecnófilo puede estar en cualquier tipo de colectivo. Se le puede neutralizar invitándole a una cerveza para que te arregle el windows no obstante si es un tecnófilo experimentado y critico te podría mandar a tomar por culo.
El aveces se enamora de la tecnología. No busca la mejor opción sino la tecnología que le gusta más según su dogma o la que le apetezca probar en ese momento.
Cuidado por tanto con el tecnófilo ya que más de uno en un espacio podría suponer el inicio de skynet. Podrían llegar a proponer carnet de hacker a la gente para opinar y crear un imperio meritocratico basado en el nivel técnico que se tenga.
Hablamos de un tecnófilo pero podría ser una tecnófila también sin problema alguno.