El 8 de febrero de 1998 john Carmack tenía una nueva fascinación. Una nueva aparte de hackear Ferraris, construir cohetes, desarrollar engines de shooters y beber coca-cola light mientras comía la misma pizza durante años encargada a la misma persona. Su nueva fascinación era contar naipes en una mesa de juego de «el veintiuno». El 8 de Febrero de 1998 entró a un casino de las vegas.
John Carmack (el desarrollador principal de Doom, Quake, … en ID software) decía en un archivo .plan lo siguiente:
– Como tengo un conocimiento razonable de estadística y probabilidades y no creo en lo más mínimo en la suerte, el destino, el karma o dios(es), el único juego de casino que me interesa es el veintiuno.
– Jugar adecuadamente al veintiuno es una prueba de disciplina personal. No se requiere demasiada pericia para memorizar las jugadas indicadas y contar las cartas, lo verdaderamente difícil es obligarte a actuar de manera consistente como un robot, en vez de dejarte llevar por el «instinto».
Como era habitual en Carmack antes de meterse en algo se documentaba bien. Solía leerse unos cuántos libros sobre la materia y así fue. Investigó sobre ese juego y creó un programa informático que simulaba las estadísticas de las cartas manejadas por el Croupier.
Su nueva fascinación resultó ser un éxito que se convirtió en 20.000 Dolares como donativo a la Free Software Foundation (la FSF). El motivo de donarlo es que era una organización en la defensa de la ética Hacker. Ética con la que comulgaba y muestra de ello es que sus engines se liberaron, sus juegos se creaban para ser hackeables, modificables, … e incluso las herramientas de desarrollo las ofrecía gratuitamente a quienes les interesasen.
En otro archivo .plan (ver entrada sobre finger y orígenes de los blogs aquí) escribió tras su viaje al casino de las vegas:
– Tampoco es que pretenda ganarme la vida jugando al veintiuno, por lo que la posibilidad de que me echen del casino tampoco me preocupa demasiado.
En su siguiente «excursión» al casino 3 seguratas vestidos de traje oscuro le pillaron por banda y le dijeron:
– Le agradeceríamos que jugará a cualquier otra cosa menos al veintiuno.
Una mujer (compañera de mesa) le preguntó:
– ¿Porque la toman contigo así?
John Carmack respondió:
– Piensan que estoy contando las cartas.
La mujer intrigada por esa contestación y le preguntó:
– ¿Piensan que puedes acordarte de todas las cartas?
Carmack rápidamente contestó:
– Si, algo por el estilo.
La mujer se quedó sorprendida y le preguntó una vez más:
– Vaya, ¿Y a qué te dedicas?
John Carmack contestó mientras le escoltaban hacia la puerta de salida del casino:
– Soy programador informático.