El primer uso publicado de la palabra «multitasking» (multitarea) apareció en 1965 en un documento de IBM que describía las capacidades del sistema IBM S/360.
Pero no es ese «multitasking» de lo que se hablará en este post. En este escrito hablaremos de esa «multitarea» que las ofertas de trabajo demandan sin parar.
Posiblemente has tenido la suerte de ver alguna vez a algún «hombre orquesta» tocar. Es una maravilla y es bonito pero … sinceramente nada que ver con realmente ver una orquesta de verdad.
En una orquesta tienes a alguien dirigiendo y coordinando. A gente formando parte de un todo con su aportación. El resultado es maravilloso pero requiere de mucho trabajo y de coordinarse.
El tema es que para salir del paso posiblemente sea más interesante contratar para una boda a uno de estos «hombres orquesta».
No es lo mismo que tener a la Orquesta Sinfónica de Viena pero lo mismo los invitados no lo van a notar si se les pone barra libre.
Pero lo cierto es que el humano no es realmente productivo siendo multitarea.
Es comprensible que las empresas quieran a alguien que sepa de varias cosas pero no pueden querer que lo haga todo al mismo tiempo.
No puedes comer, usar el ordenador y al mismo tiempo estar hablando por teléfono. Y aunque crees que puedes hacerlo no es así.
Somos una falsa multitarea como la del windows 98.
Y es que windows 98 supuestamente «permitía» ejecutar diferentes aplicaciones al mismo tiempo. Pero en realidad no era así. Era un sistema monotarea.
La carga de trabajo la vamos acumulando día a día sin dejarla cerrada, sin terminar. Eso nos deja la mente trabajando por la noche también y así nadie puede realmente descansar.
La canción de los conguitos por ejemplo. Decía así:
Somos los Conguitos
Y estamos requetebién
Vestidos de chocolate
Con cuerpo de cacahué
Somos redonditos
Y siempre vamos a cién
Vestidos de chocolate
Con cuerpo de cacahué
En ese jingle publicitario no terminaban la palabra. No terminaban de decir «cacahuete». Y eso te dejaba incomodo teniendo que de algún modo pensar y terminar la palabra.
Un poco como las tareas incompletas. Te dejas una función sin terminar y te vas a casa supuestamente a vivir tu vida pero llega la noche y sigues programando en sueños. Necesitas resolver el problema y no pararás hasta conseguirlo, estarás currando en background.
Creo que la multitarea es uno de los problemas de los que adolece el cognitariado. Y muchas empresas buscan perfiles supuestamente multitarea para puestos en los que van a tener que hacer un montón de cosas. Lo que no suelen decir nunca es que todas al mismo tiempo.
La multitarea es el enemigo de la productividad.
Estar pero no estar en los sitios. Conocerás posiblemente esa sensación.
Se supone estás en un curso de formación pero realmente estás trabajando, contestando correos, solucionando problemas, atendiendo al teléfono, …
Se supone estás de vacaciones o de fin de semana descansando. Pero te llaman ya que algo ha pasado. Y así semana tras semana y nunca paras y nunca sientes que descanse la cabeza.
Lo quieren todo y lo quieren todo al mismo tiempo. Necesitas ser multitarea pero en realidad no puedes ya que para llegar vas dejando las cosas sin cerrar bien.
No se documentan las cosas y eso supone perder más tiempo en el futuro en resolver de nuevo lo ya resuelto.
Una supuesta lógica nos puede hacer creer que si no llegamos a tiempo para terminar un proyecto será más sencillo si hacemos varias tareas al mismo tiempo. Pero la sensación de trabajar de manera simultánea es un espejismo.
Las soluciones de ayer cuando se ejecutaban al mismo tiempo otras tareas pasan a ser problemas mañana que tendrás que solucionar bien. Los «workarounds» por tanto no son una solución.
Trabajando en mil tareas al mismo tiempo lo que hacemos realmente es forzar la atención. Pero no somos más productivos y no podremos realmente dar lo mejor de nosotros si estamos agotados.